Con cuatro años, los Reyes Magos le trajeron unos zancos de Anguiano y desde entonces empezó a calzárselos sin saber que haría historia. Este domingo, Adriana Rueda Castro se convirtió, entre vítores y aplausos de todo el pueblo, en la primera mujer danzadora de Anguiano y danzó esta tradición que se mantiene desde, al menos, 1603 y es Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1970.
A pesar de la importancia del momento, muy pocos sabían lo que iba a ocurrir este domingo en la cuesta de los danzadores hasta que vieron a Adriana, con el emblemático chaleco de colores, calzarse los zancos de madera de 50 centímetros. “Para que no hubiera presión y evitar estar nerviosa”, ha contado la propia danzadora esta mañana en una entrevista en Onda Cero, donde ha agradecido el cariño de la gente. Un mensaje, el de que no escuchara a la gente para alejar los nervios, que también le repitió su padre mientras le ataba los zancos.
Aun así, la emoción era grande antes de subir la cuesta y antes de la danza ya se oyó un gran aplauso, y eso “no lo suelen hacer nunca antes de la danza”, ha contado agradecida Adriana. Con mucha naturalidad, ha lamentado “no poder haberlo hecho cómo quería” y es que a los inevitables nervios y presión, se unieron unas inoportunas gotas de lluvia. Pero con todo, Adriana Rueda bajó por primera vez las escaleras y la Cuesta de los Danzadores subida a sus zancos, rompiendo una barrera para las mujeres en una de las tradiciones folclóricas más antiguas de España.
A Adriana, con 14 años recién cumplidos, le acompañaron y arroparon otros siete danzadores, la tradición marca que sean ocho personas, y para dos de ellos, Ibai y César, también fue el estreno, la primera vez que bajan unas escaleras con los zancos y la Cuesta de los Danzadores, ya que hasta su debut solo pueden practicar en eras y cuestas empedradas de Anguiano y otros pueblos. La danza la completaron Asier, Raúl y Pablo, que se estrenaron hace 10 años y los todavía novatos, Juan y Mateo.
Uno de los profesores de la Escuela de Danzadores, David Neila, ha contado a Rioja2 que fue “muy bonito”. Él lo vivió con “emoción y orgullo por la valentía de Adriana de dar el paso y de la naturalidad con lo que se ha recibido”. “Es algo que no había pasado antes porque no se habían dado las circunstancias, pero todos queríamos que llegara y sabíamos que iba a pasar”, ha explicado al destacar “la opinión y el apoyo unánime de todo el pueblo” a la joven danzadora que se vio reflejado en los aplausos y gritos de ánimo y de su nombre de todo el público.
David Neila ha visto evolucionar a Adriana desde hace años en la Escuela y reconoce que “desde el principio se veía que podría ser ella la primera”. No obstante, siempre quisieron quitarle la presión porque, recalca, “siguen siendo niños”. Así, se consiguió que ayer por la tarde “nadie viera raro que ayer ella bailara” y fuera “un día histórico pero sin estridencias”. Con la naturalidad no siempre tan sencilla de querer seguir la tradición de su pueblo y poder hacerlo, Adriana Rueda hizo historia ayer en Anguiano encima de sus zancos.
Publicado en: elDiario.es
